Hoy al comenzar mi dia junto a mi taza de cafe y
la sonrisa de mi esposa, me dispuse a escribir una frase en Facebook, "Las heridas del alma producen gran dolor, pero el orgullo
de quien las posee es la infeccion que las agudiza. Para sanarlas primero hay
que tratar la infeccion". Esta es
una verdad que no debemos pasar por alto ya que el avance de la sanidad de
emocional no solo depende de tener el deseo de ser tratado por el amor de Dios, sino que en realidad antes de utilizar el perdón para recibir sanidad
debemos estar dispuestos a terminar con el orgullo. El orgullo es
la infección, y por que le llamo así, por que en realidad es lo que se
opone a la disposición de perdonar de corazón que es
la acción sanadora, el orgullo nos plantea que es mejor seguir con el
dolor y no permitirle al ofensor recibir perdon, sino que por el contrario la
propuesta orgullosa nos hace pensar que debemos mantener a quien produjo
la herida emocional encerrado en una cárcel, poniendo asi mas énfasis
en que los demas deben pagar por la ofensa y ojala sufrir por ello y de esa manera arrasamos con quienes no tienen nada que ver en el asunto.
En la Urgencia de un hospital el
personal medico no solo le dara medicinas para su dolor, sino que también
actuara rapidamente si usted tiene una infección. Lo primero que los
medicos tratan es la infección, ya que ella no permite que la enfermedad sea
erradicada del todo. Asi mismo es en el tema de la sanidad del alma, no se
puede ser del todo sano si estamos llenos de orgullo, el orgullo nos hace
mirarnos a nosotros como las víctimas y a los demas como culpables. Hay
personas que se resisten a abandonar su orgullo e ir a pedir perdon aun cuando
han sido victimas de alguien mas, su pensamiento es "si le
pido perdón el seguirá victorioso y yo quedare como culpable".
Jesucristo conocia muy bien esta parte del corazon del hombre, por eso nos
habla que si sabemos que nuestro hermano tiene algo contra nosotros, entonces
debemos nosotros ir y pedir perdón. Mateo 5:24.
Entonces, no solo se trata de que mi enemigo me
ha producido dolor, sino que el verdadero enemigo de nuestra sanidad es el
orgullo, si logro eliminarlo entonces nacerá perdón genuino en
el corazón y comenzara mi proceso de sanidad emocional.
La Biblia nos muestra varios casos
de personas que vencieron el orgullo que les dominaba y abrieron paso a
su restauración, como asi tambien nos muestra otros casos que por causa
del orgullo llegaron a perder su propia vida.
En las proximas publicaciones
estare escribiendo un poco mas acerca del Orgullo y la sanidad emocional.
Dios
les Bendiga.
Pastor Luis Salinas.